La pieza apareció misteriosamente en 1983 en el Museo de relojería de Le Locle, cuando un coleccionista inglés la cedió al museo. Antes de esto, el rastro del reloj se pierde desde 1917, fecha en la que un anticuario de Lucerna lo puso en venta. El mecanismo permite escuchar las horas y los cuartos de […]