En el 2005, Hublot lanzó el Big Bang, un reloj que se convirtió en un ícono de la industria y que hoy, 15 años después, se presenta por primera vez con un brazalete metálico e integrado. Bajo el nombre de Big Bang Integral y durante LVMH Watch Week, la firma suiza introdujo tres versiones que se definen por sus materiales: cerámica negra, King Gold y titanio.
El brazalete, dotado con los códigos estéticos del Big Bang, dispone de una arquitectura compuesta por tres eslabones angulados y biselados, un central y dos laterales con acabados pulidos y satinados. En cuanto a la esfera, se presenta como las ediciones pasadas, su única excepción es el reemplazo de los números arábigos por índices.
La caja fue rediseñada para integrar armónicamente el brazalete. Su diámetro es de 42 mm y está fabricada con los materiales mencionados. Ofrece una estanqueidad de 100 metros. Cabe destacar que los pulsadores evocan a los del modelo original del 2005.
Su calibre HUB1280 es un movimiento automático con funciones de cronógrafo. La rueda de columnas es visible desde la esfera. Su reserva de marcha es de 3 días y cuenta con cuatro patentes: embrague de segundos oscilante, sistema de fricción de cronógrafo, sistema de retención del rochete con rodajes unidireccionales y sistema de ajuste preciso de la raquetería.
Sobra añadir que la versión en cerámica negra, denominada como All Black, está limitada a 500 piezas y rinde tributo al concepto de visibilidad invisible lanzado en 2006. Las referencias en King Gold y titanio tendrán una producción regular.
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