Recientemente, hemos presenciado el gran trabajo que Audemars Piguet realiza para llevar a las mujeres las complicaciones relojeras, sobre todo en colecciones como la Millenary. Hoy, el turno es para el célebre Royal Oak Concept Flying Tourbillon, quien abraza su lado femenino con dos nuevas versiones de oro rosa o blanco y una esfera que, además de destacar como nunca al tourbillon volante, parece trazarse hacia el infinito.
A primera vista, sobresale el trabajo artesanal en la caja con acabado Frosted Gold. Esta es una antigua técnica de joyería florentina que consiste en crear pequeñas hendiduras en el oro. El trabajo, dominado por la diseñadora de joyas Carolina Bucci, se realiza con una punta de diamante y resulta en una superficie que pareciera estar bañada con polvo de piedras preciosas.
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Ya en la esfera, adornada con círculos concéntricos de distintos tamaños, el tourbillon volante también presume un diseño contemporáneo circular, además de un engaste de diamantes al centro. Para hacer notar lo anterior, la manufactura ha despojado a este Royal Oak de índices numéricos o de cualquier otro tipo.
En su dimensión mecánica, el nuevo Royal Oak Concept Flying Tourbillon femenino está acoplado con el calibre 2964, de manufactura propia, cuerda manual y reserva de marcha de 72 horas (3 días). Se presenta en cajas de oro rosa o blanco de 18 quilates, de 38.5 milímetros de diámetro y hermeticidad hasta 20 metros de profundidad. Se complementa con una correa de piel de aligátor azul. Adicionalmente, se entrega una correa de caucho azul. Ambas se aseguran con una hebilla de oro con el mismo acabado de la caja.
