Aclamado en su debut el año pasado, el Virtuoso VIII Chapter Two de Bovet 1822 regresa con una nueva estética que transporta el quehacer tradicional al siglo XXI. Lo anterior, gracias a las cajas de titanio y carbono como diamante (DLC) con esferas luminiscentes.
Como sus antecesores, los nuevos modelos -disponibles con esferas color salmón o azul- integran las características que les dieron fama: el tourbillon volante con diez días de reserva de marcha, el sistema patentado de cuerda acelerado y la caja en forma de atril con apertura de cristal de zafiro en el fondo, la cual permite contemplar la decoración del movimiento.
Asimismo, al frente conviven la gran indicación de fecha y las dos esferas que forman un número ocho horizontal. Éste, en numerología y múltiples culturas, simboliza la suerte, la perfección y el infinito. Quizás por tal motivo, cada una de las dos nuevas versiones del Virtuoso VIII Chapter Two está limitada a sólo ocho piezas en todo el mundo.
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De acuerdo con Bovet 1822, las nuevas iteraciones del modelo Virtuoso también son resultado de un a producción interna que se ha beneficiado de la asociación -desde hace tres años- con Rolls Royce. Para muestra, el impresionante par de relojes a medida y el sistema de montaje en el tablero del auto Boat Tail que recientemente presentaron ambas marcas.
Otros detalles de los nuevos Virtuoso VIII Chapter Two son el diámetro de 44 milímetros de la caja, hermética hasta 30 metros de profundidad, complementada por una correa de piel de aligátor, azul o negra según el color de la esfera, con hebilla de acero inoxidable con revestimiento DLC.