Chopard presenta una pieza que fusiona con elegancia la comodidad y ligereza del titanio con las destrezas técnicas: en este caso una alta frecuencia de 8 Hz (57,600 alternancias por hora). Sobra decir que, como miembro de la colección Alpine Eagle, la característica mirada del águila se hace presente en la esfera.
Bautizado como Alpine Eagle Cadence 8HF, el modelo es una edición limitada de únicamente 250 ejemplares y se presenta en un cómodo diámetro de 41 milímetros -y sólo 9.7 milímetros de espesor-, suficiente para albergar uno de los movimientos más avanzados de los talleres de Chopard, el calibre 01.12-C.
Este movimiento de alta frecuencia se beneficia de las propiedades del silicio monocristalino. Este material ligero y autolubricante se hace presente en el áncora, el escape del áncora y la clavija de platillo. Todos los anteriores, componentes que sufren una fricción fuerte, que aquí se reduce al mínimo. Con ello desaparece la necesidad de tener que recurrir a los lubricantes tradicionales de la relojería, lo que garantiza la longevidad del movimiento.
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Sumada a su alta frecuencia, la pieza hace gala de otros atributos, tales como un peso reducido -gracias a su construcción de titanio-, una práctica reserva de marcha de 60 horas y la certificación de “Cronómetro” concedida por el Control Oficial Suizo de Cronometría (COSC).
En cuanto al diseño, los códigos del diseño del Alpine Eagle están presentes: el bisel y la carrura son satinados, como también lo son los grandes eslabones de la correa. Su pieza central está pulida, al igual que los chaflanes de la caja y los ocho tornillos. Además, la esfera presume el emblemático motivo “iris de águila” patinado a mano, una característica que le hace adoptar un tono distinto al del resto de la colección.
