Girard-Perregaux extiende su colección «Chambers of Wonders» con motivos inspirados en la astronomía renacentista.
Como continuación de su colección “Chamber of Wonders” del año pasado, Girard-Perregaux presentó tres nuevas piezas con esferas detalladas a mano que celebran el renacimiento astronómico de la humanidad. Los tres modelos cuentan con una caja de oro rosa de 40 mm, cristal de zafiro, correa de cocodrilo negra y hebilla ardillón de oro rosa. El movimiento que revoluciona estas tres piezas es un calibre mecánico de cuerda automática, con una frecuencia de 28,800 alternancias por hora (4 Hz), una reserva de marcha de 46 horas y una hermeticidad de 30 metros.
La creación artística de las esferas sigue la tradición de pintura renacentista en miniatura conocida como “gabinete de curiosodades”, y se inspira en los modelos y mapas geocéntricos y heliocéntricos de la Tierra. El primer modelo, “Centro del Universo Tierra”, conmemora el modelo geocéntrico del famoso astrónomo y geógrafo greco-egipcio Ptolomeo, nacido en Alejandría alrededor del año 100 d.C. La esfera, que representa el mapa del mundo conocido hasta entonces visto desde el universo, está creada con la técnica de marquetería de piedra y el uso de materiales en tonos azules para el océano como la aventurina y el lapislázuli rodeado por nácar blanco que simboliza tierra firme.
La segunda pieza, “Centro del Universo Sol”, elogia el descubrimiento del modelo heliocéntrico por parte del astrónomo polaco Nicolás Copérnico. La esfera presenta al Sol como foco central del sistema solar, alrededor del cual giran los vagabundos, incluida la Tierra, rodeado por el Zodiaco. Los colores cálidos y vivos de este reloj provienen de la combinación de piedras como la aventurina, jade gris y jasper naranja.
Por último, la tercera pieza “Globo Terrestre” es un homenaje al cartógrafo, cosmógrafo y monje franciscano Vicenzo Maria Coronelli, creador de dos inmensos globos –uno terráqueo y otro celeste– en honor de Luis XIV. Girard-Perregaux tomó prestados el tono azul de estos dos globos para representar un fragmento de la colección estelar –en específico la constelación de Virgo y sus vecinas–. Los contornos de las imágenes están delineados con polvo de oro para completar esta exquisita oda celestial.