Jaeger-LeCoultre reinterpreta una de sus creaciones más espectaculares, el péndulo Atmos. Una pieza cuya característica esencial reside en obtener energía de los cambios de temperatura y de la presión atmosférica, no necesita intervención humana, al menos durante años. Desde 1928, año de su concepción, este reloj sigue cautivando a entusiastas y coleccionistas de la alta relojería. Ahora, la firma suiza presenta una nueva versión que reúne tradición con un estilo modero.
El Atmos Transparente recibe su nombre gracias a su vidrio de nueva generación con tratamiento antirreflectante, que deja admirar la arquitectura del calibre Jaeger-LeCoultre 563, un movimiento de 217 piezas manufacturado y ensamblado a mano. Este mecanismo dispone de una reserva de marcha casi perpetua, apenas una variación de un grado en la temperatura genera una autonomía de dos días.
La esfera, también realizada con vidrio, dispone de índices estilizados en tonalidad negra y dos agujas centrales con acabado pulido para expresar el tiempo. La estética del disco responde a un estilo moderno y casi minimalista, donde se puede percibir la complejidad técnica del mecanismo, una característica inherente en la firma suiza.
Sus dimensiones son de 250 mm x 185 mm x 145 mm. Esta creación atemporal descansa sobre un zócalo fabricado en acero con acabados pulidos y satinados.
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