El Reine de Naples es una pieza con un gran origen; en 1810, Breguet emprendió la realización de dicho reloj para Caroline Murat, Reina de Nápoles y hermana de Napoleón Bonaparte. El modelo fue concebido para ceñirse a la muñeca, por este motivo, se convirtió en el primer guardatiempos femenino de pulsera.
Ahora, esta pieza reconocible por su forma oblonga se presenta en una nueva versión, ideal para celebrar el Día de la Madre. El Reine de Naples 8918 destaca en esta ocasión por su esmalte Gran Fuego en la esfera, una primicia de la colección. Para realizar el “émaillé Grand Feu”, inscrito a las 6 horas en la carátula, donde además se presume un diamante pera, la Manufactura hizo gala de su savoir faire a través de una exigente técnica, que somete al disco a temperaturas superiores a 800°C.
La esfera, cuya superficie brillante se debe a varias cocciones al horno, cuenta con números arábigos Breguet en esmalte azul, que en conjunción con las agujas Breguet “à pomme évidée” en acero azulado, expresan el tiempo.
La caja por su parte, está hecha de oro blanco y dispone de un bisel engastado con 117 diamantes (aproximadamente 0,99 quilates). Sobre la corona también exhibe un diamante briolette (aproximadamente 0,26 quilates). Sus dimensiones son 36,5 mm x 28,45 mm y ofrece una hermeticidad de 30 metros. Cabe mencionar que integra una pulsera aligátor azul con hebilla desplegable de 3 hojas y engastada con 28 diamantes (aproximadamente 0,17 quilates).
Además, la caja incorpora un fondo abierto, donde se pueden apreciar los acabados de más alta calidad y propios de la Manufactura del Calibre 537/3, un movimiento automático con frecuencia de 3.5 Hz e independencia de 45 horas.
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