La más reciente creación de Roger Dubuis ha hecho que la marca se declare culpable del que considera uno de los pecados capitales más graves: el orgullo. Conocido en latín como Superbia, este pecado da nombre al nuevo modelo Excalibur, plagado de extravagancia y reflejo de la adicción de la manufactura a la adrenalina.
Estrenado en Watches & Wonders Shanghai, el Excalibur Superbia está creado en oro blanco con paladio, y engastado con exactamente 600 diamantes blancos y zafiros azules. Sin embargo, no es ahí donde radica su peculiaridad ni destrezas, lo que realmente lo hace audaz es que cada piedra engastada en la caja, bisel, carrura y corona, tiene forma de tetraedro y está ensamblada con un engaste invisible en superficies curvas. Esto último, considerado casi imposible cuando se trata de este tipo de superficies.
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En su dimensión mecánica, el nuevo Roger Dubuis está acoplado con el emblemático calibre de doble tourbillon volante RD108SQ. Este último, inspirado en su legendaria versión lanzada en 2005. Se trata, pues, del primer calibre de doble regulador conectado con un diferencial y adornado con una estrella con diamantes.
Otras características importantes del modelo Superbia son su diámetro de 45 milímetros, hermeticidad de hasta 100 metros de profundidad y correa de piel de becerro con sistema intercambiable. Es una pieza única, cuyo calibre de carga manual está certificado con el Punzón de Ginebra. Además, cuenta con una reserva de marcha de 72 horas.
