Pieza destacada de los lanzamientos de Patek Philippe para la pasada edición de Watches & Wonders, el Calatrava “Clous de Paris”, uno de los grandes clásicos de la manufactura, introduce un nuevo diseño y movimiento, en versiones de oro rosa y blanco de 18 quilates.
Este nacido en 1932, y el primer modelo de la firma dotado con un número de referencia, se distingue por el bisel guilloché “Clous de Paris” y, sobre todo, por un estilo sobrio y elegante. Su diseño está inspirado en el principio minimalista de la Bauhaus: “la forma sigue a la función”, y a partir de ello se ha reinterpretado en incontables versiones para hombre y mujer.
En su nueva versión, la referencia 6119 -en honor al modelo histórico 3919-, el diámetro es ligeramente más grande que el de sus antecesores (39 milímetros) y sustituye a los índices romanos lacados con índices aplicados tipo “obus”, facetados y de oro de 18 quilates. La composición de la esfera se complementa con agujas dauphine y un círculo minutero “chemin de fer” en el contorno de ésta. Además, a las 6 horas se puede admirar el pequeño segundero, en una subesfera dividida en cuatro.
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Como se mencionó, Patek Philippe prop0ne dos versiones, una con caja de oro rosa, esfera graneada plateada y brazalete de piel de aligátor marrón; y otra con caja de oro blanco con esfera gris antracita con acabados contrastados y pulsera de aligátor negra.
En su dimensión mecánica, ambos modelos integran el nuevo calibre 30-255PS que se adapta a un diámetro mayor. Se trata de un movimiento de carga manual con reserva de marcha de 65 horas, otorgada por dos barriletes montados en paralelo. Su arquitectura, acabados y decoraciones puede admirarse a través del cristal de zafiro en el fondo de la caja, hermética hasta 30 metros de profundidad.