Chronoswiss vuelve a interpretar su ya clásico Open Gear Resec, en esta ocasión inspirándose en el martín pescador, un ave a la que a menudo se hace referencia como “una piedra preciosa voladora”. De esta manera, la novedad en cuestión emula los colores azul y naranja y presenta un guilloché hecho a mano de onda larga.
El Open Gear ReSec Kingfisher presenta una caja de acero de 44 mm, con la reconocible corona de cebolla y el bisel parcialmente moleteado, ambos elementos característicos del ADN de la marca. Además, integra cristal de zafiro y el sistema Autobloc patentado en los soportes de la correa. Su hermeticidad es de 100 metros y tiene un fondo abierto para apreciar el movimiento.
La esfera, por su parte, tiene el diseño y la configuración que define a un Open Gear Resec, es decir, horas a las 12 en punto con engranaje abierto y con puentes de rueda de tren esqueletizados, minutos en el centro y segundero retrógrado a las 6 en punto. Cabe señalar que tiene recubrimiento CVD, por lo que la apariencia es más metálica que con un tratamiento galvánico, según las propias palabras de Maik Panziera, diseñador de Chronoswiss. Aunado a esto, presume un guilloché de onda larga, un patrón en referencia al ave martín pescador al extender sus alas.
La carátula se complementa con marcadores naranjas en intervalos de 5 minutos y manecillas en forma de trígono, además de una escala periférica naranja que alterna puntos y líneas. Esta novedad está animada por el ya conocido calibre C. 301, un movimiento automático con frecuencia de 4 Hz y reserva de marcha de 42 horas. Este mecanismo presenta acabados como Côtes de Genève y genera su energía a través de un rotor esqueletizado con tratamiento de CVD naranja, el cual es visible por la parte posterior de la caja, misma que integra una correa de cordura azul marino y con pespuntes exteriores en el mismo tono. Resta añadir que se trata de una edición limitada a 50 ejemplares.
