A tiempo para el comienzo de un nuevo año lunar, Ulysse Nardin nos presenta una nueva versión de su complicación histórica Moonstruck, creada junto al legendario maestro relojero Ludwig Oechslin, reconocido por diseñar los relojes astronómicos más complejos, sobre todo en la década de 1980.
Se trata, pues, de un reloj de hora mundial (Worldtimer) que también reproduce con gran fidelidad la trayectoria visible del Sol y los ciclos lunares. Pretende, como muchos de su clase, emular a los relojes de torre construidos en el último aliento de la Edad Media en los pueblos más importantes de Europa. Además, este modelo abandona la representación copernicana del sistema solar para mostrar un enfoque geocéntrico que facilita la lectura y la comprensión de sus indicaciones para los habitantes del planeta.
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Para acentuar esta perspectiva, Oechslin y los diseñadores optaron por colocar la parte del hemisferio norte vista desde el Polo Norte en el centro del cristal de zafiro. Asimismo, el cristal abovedado realza el efecto tridimensional con las masas terrestres grabadas en miniatura en el interior. Éste se encuentra fijado a la caja protectora de cristal de zafiro rodeada por un anillo de oro rosa grabado con los 31 días del mes.
En cuanto a la función de hora mundial, ésta puede configurarse hacia adelante o atrás mediante un sistema de pulsadores rectangulares ubicados en el lado izquierdo de la caja. Por otro lado, la abertura que muestra las fases lunares asocia su curso con la representación tridimensional del Sol, ubicado a las 12 en la esfera de la zona horaria de referencia.
El nuevo Ulysse Nardin Blast Moonstruck se presenta en una caja de cerámica negra con titanio DLC negro, de 45 milímetros de diámetro y hermética hasta 30 metros de profundidad. Ésta resguarda el calibre UN-106 de manufactura propia, de carga automática y reserva de marcha de 50 horas.
