Decir que Richard Mille da siempre de qué hablar es un lugar común. Claro. Está en su sangre, en su genética. Así que, sin mayor preámbulo, podemos presentar la sorpresa de este año: el nuevo RM66 Flying Tourbillon, uno de los relojes más extravagantes de la colección RM.
El RM66 Flying Tourbillon evoca el espíritu disruptivo de los años sesenta y el rock’n’roll, y la búsqueda de la originalidad on the road. Esta vez, lo primero que atrapa la vista es la mano calada de oro rojo 5N que sostiene el movimiento entre sus dedos. Pero no es una mano cualquiera, por supuesto, sino la de un esqueleto, posible guiño al RM52 Tourbillon Skull y su estética de memento mori. Esta mano que muestra el gesto de “cuernos” requirió de prolongado y meticuloso trabajo de grabado y pulido para resaltar los huesos y articulaciones. A simple vista se aprecian el índice y el meñique extendidos, mientras que los demás dedos se observan desde la parte posterior.
La arquitectura del calibre RM66 de cuerda manual presenta un barrilete de cuerda rápida que proporciona una reserva de marcha de 72 horas. Para garantizar la mayor transparencia posible, el movimiento de titanio de grado 5, cuyas líneas siguen las de la aguja, está muy esqueletizado. A las 12 horas se halla un tourbillon volante de inercia variable, algo nunca antes visto en esta marca.
Los índices tienen forma de púa de guitarra, prolongada por un arco de lanceta de titanio. Por su parte, la corona (también de titanio) tiene una calavera grabada y la forma de una araña que abraza un rubí entre sus patas. La caja juega con el contraste entre la aparente rugosidad del Carbon TPT y el brillo del oro. En la caja con pilares satinados y biseles pulidos, se insertan placas de oro rojo 5N. Realizado en una edición limitada de 50 relojes, el RM66 Flying Tourbillon es un reloj fascinante por su espíritu irreverente y un fiel reflejo de la marca.
