Este año, Audemars Piguet presenta una nueva edición de su emblemático modelo Royal Oak, vestida íntegramente en oro amarillo y una esfera de turquesa natural mexicana. Para ser más precisos, se trata de una iteración más de este modelo, en su versión automática y de 37 milímetros de diámetro, misma que desde 2018 no se veía en oro amarillo.
Si bien el modelo es excepcional de pies a cabeza, la protagonista indiscutible del nuevo Royal Oak es su esfera de turquesa. Ésta es una piedra que se ha utilizado en joyería por más de tres milenios, y sobre todo en las culturas mesoamericanas, egipcia y china. En lo nuevo de Audemars Piguet, la piedra, tras ser tallada en un disco fino de sólo 0.75 milímetros, ha pasado por un proceso de molido, arenado y pulido. El resultado de cada esfera es único; es decir, no existen dos iguales.
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En términos de diseño, el modelo también sobresale gracias a la evolución estilística concebida para el 50 aniversario del Royal Oak. Lo anterior está caracterizado por chaflanes más grandes, los primeros eslabones del brazalete en forma trapezoidal, un menor grosor, y un fondo de zafiro más integrado.
En su dimensión mecánica, esta novedad se acopla con el calibre 5900, un movimiento mecánico de carga automática con reserva de marcha de 60 horas y funciones de horas, minutos, segundos y fecha. Éste se puede observar a través del fondo de zafiro, revelando detalles bellamente decorados, y la masa oscilante de oro rosa de 22 quilates con el logotipo de la firma.